La sostenibilidad ambiental es muchas veces el primer paso que toman las empresas en su camino hacia el impacto positivo. Pero hoy, no basta con separar residuos o reducir el consumo de papel. El ámbito medioambiental del Premio Sustenta evalúa en profundidad cómo las organizaciones gestionan su relación con el entorno natural, considerando riesgos, oportunidades y su contribución a la regeneración del planeta.
Este artículo te ayudará a entender qué se evalúa, cómo cada criterio aporta al desempeño sostenible de tu empresa y qué acciones puedes implementar para mejorar.
¿Qué se evalúa en este ámbito?
El Premio Sustenta considera nueve criterios clave en el ámbito medioambiental. No todos aplican a todas las empresas por igual, pero conocerlos puede ayudarte a identificar oportunidades de mejora concretas.
1. Cambio Climático
Evalúa si la empresa mide, gestiona y comunica su aporte a la mitigación y adaptación frente al cambio climático.
Claves para mejorar:
- Medir la huella de carbono (idealmente en alcances 1, 2 y 3).
- Establecer metas de reducción o neutralización.
- Integrar el riesgo climático en la planificación estratégica.
2. Gestión de la Energía
Revisa cómo se gestiona el consumo energético, si se monitorea, optimiza y/o se transita a fuentes renovables.
Claves para mejorar:
- Realizar auditorías energéticas básicas.
- Instalar medidores y monitorear consumo por área.
- Migrar progresivamente a energías limpias.
3. Gestión del Agua
Evalúa el uso eficiente del recurso hídrico, considerando la disponibilidad local y su impacto en comunidades.
Claves para mejorar:
- Medir el consumo de agua por proceso.
- Implementar sistemas de reutilización o captación de agua lluvia.
- Concientizar al equipo sobre su uso.
4. Gestión de Residuos
Se observa cómo se minimiza la generación de residuos, cómo se clasifican y qué porcentaje se recicla o valoriza.
Claves para mejorar:
- Aplicar el principio de las 5R: Rechazar, Reducir, Reutilizar, Reciclar, Rot (Compostar).
- Separar residuos en origen y trazar su destino final.
- Buscar proveedores o aliados para la gestión circular.
5. Huella de Carbono
Evalúa si la empresa ha medido y gestionado sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Claves para mejorar:
- Calcular emisiones anuales (hay calculadoras gratuitas y servicios especializados).
- Identificar puntos críticos (transporte, energía, materiales).
- Comunicar avances de forma transparente.
6. Huella Hídrica
Revisa si se ha evaluado cuánta agua se consume directa e indirectamente, y cómo se gestiona este recurso.
Claves para mejorar:
- Identificar procesos con alta demanda hídrica.
- Implementar tecnologías de bajo consumo.
- Aplicar estándares como Water Footprint Network si corresponde.
7. Gestión y Cumplimiento Ambiental
Evalúa el cumplimiento de normativas ambientales, permisos y regulaciones aplicables a la actividad.
Claves para mejorar:
- Revisar periódicamente los marcos legales aplicables.
- Documentar permisos, auditorías y controles.
- Anticiparse a regulaciones futuras (como REP o taxonomía verde).
8. Afectación de Áreas de Valor Ambiental
Se observa si la actividad afecta directa o indirectamente zonas sensibles, y qué medidas se han tomado para evitar, mitigar o compensar ese impacto.
Claves para mejorar:
- Identificar si estás operando cerca de áreas protegidas o zonas frágiles.
- Realizar estudios de impacto ambiental o aplicar principios de precaución.
- Participar en programas de restauración ecológica.
9. Especies y Biodiversidad
Evalúa si la empresa toma acciones para proteger la biodiversidad y prevenir impactos sobre flora y fauna.
Claves para mejorar:
- Adaptar instalaciones o procesos para proteger ecosistemas locales.
- Apoyar programas de conservación.
- Capacitar al equipo en el cuidado de la biodiversidad.
¿Por qué es importante para tu empresa?
Empresas que abordan el ámbito medioambiental con seriedad:
- Reducen riesgos operacionales y legales.
- Mejoran su eficiencia energética y de recursos, reduciendo costos.
- Acceden a certificaciones y nuevos mercados sostenibles.
- Generan confianza con inversionistas, clientes y comunidades.
- Se alinean con regulaciones emergentes y tendencias globales (como la economía baja en carbono).
Tips para avanzar, estés donde estés
- Si estás comenzando: mide tu consumo de energía, agua y generación de residuos. Parte por lo más básico y construye desde ahí.
- Si ya estás avanzando: incorpora herramientas de gestión ambiental, establece metas de reducción y evalúa tu huella de carbono.
- Si tienes experiencia: profesionaliza tu sistema de gestión, reporta públicamente tus impactos y transita hacia modelos regenerativos.
El ámbito medioambiental no se trata solo de reducir daño: se trata de regenerar, anticiparse y ser parte activa de la solución. En un mundo en crisis climática, las empresas que lideran serán aquellas que se tomen en serio su responsabilidad con el planeta.
¿Cómo estás gestionando hoy tu impacto ambiental? ¿Qué podrías mejorar en tu operación o cadena de valor?